Sextorsión: problema del siglo XXI
La tecnología nos ha ayudado en nuestra vida diaria, como encontrar información que necesitamos, conectarnos con nuestras familias y amigos, hacer la vida más fácil.
Pero así como tiene cosas buenas también tiene cosas malas.
Hoy en día una de esas cosas malas es la llamada "sextorsión" o "extorsión sexual" con la que muchas personas la sufren pero no piden ayuda por miedo y vergüenza a que su privacidad salga a la luz pública.
Una forma de explotación sexual en la cual una persona es chantajeada con una imagen o vídeo de sí misma desnuda o realizando actos sexuales que generalmente es compartida con fines de que se haga viral mediante sexting. La víctima es coaccionada para tener relaciones sexuales con alguien, entregar más imágenes eróticas o pornográficas, dinero o alguna otra contrapartida, bajo la amenaza de difundir las imágenes originales si no accede a las exigencias del chantajista.
Los ciberdelincuentes pueden conseguir el material con el que extorsionar a sus víctimas de tres maneras distintas, según nos explican los especialistas en antivirus:
- Que el delincuente instale un spyware en el ordenador o teléfono de la víctima de modo que pueda controlar la webcam o la cámara.
- Que la víctima, a través de técnicas de phishing, descargue un malware que le robe el contenido del ordenador.
- Que el delincuente robe físicamente el smartphone o el ordenador haciéndose con los datos.
El robo de fotografías y vídeos comprometidos está a la orden del día. Así se ha puesto de manifiesto tras el robo de imágenes comprometedoras de diversos personajes famosos, por lo que se recomienda mantener actualizados los softwares y sistemas operativos, evitar páginas web y enlaces que sean sospechosos, no conectar dispositivos de almacenamiento desconocidos en el ordenador o teléfono móvil e instalar un antivirus adecuado.
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